jueves, 30 de julio de 2009


…¿y retratar así que cualquier cosa puede sustituir a otra?

Al objeto nos acercamos o nos desprendemos mediante rituales. Nos desprendemos de objetos para crecer. Podemos dotar a ciertos objetos con las características de lo que nos perturba, mediante una transferencia simbólica de proyección. Así por ejemplo un ladrillo de una escuela puede convertirse en el edificio que nos encerró durante nuestras épocas de mayor globalidad de pensamiento; entonces podemos filmarnos en vídeo mientras lanzamos el ladrillo lejos, construir un nuevo edificio a partir del ladrillo, dejarlo un tiempo en la calle para que le dé patadas la multitud y posteriormente ubicarlo en las raíces de un limonero recién plantado en nuestro jardín.Para mi obra personal he decidido reflejar mi ego en el protagonista del programa infantil de televisión de mi época. Voy a experimentar en mi persona la idea desarrollada anteriormente, el ego como fuente de conocimiento terapeútico, como lugar de ideas y perturbaciones, como eco al que escuchar convenientemente, como uno de los múltiples y posibles reflejos de mí mismo. Entonces en cuatro módulos establezco una secuencia-narración. Una pintura teatro. Acotado por corchetes. Realizado con fragmentos reelaborados del trabajo en otras obras que perdieron interés. Con materiales relacionados con el bricolaje y las manualidades, incluso, un abordaje de la técnica que resalte estos matices de exaltación del entretenimiento. Latex, barniz, grapas vistas, etc. En la escena aparece un tópico radicalmente surrealista, que me lleva a la película de Buñuel y Dalí “un perro andaluz” y la escena con la luna. Uno de los arquetipos más fuertemente dramáticos que han pasado por mi imaginario. Una escena trágica contemplada por Espinete, uno de los educadores indirectos de mi infancia. El saco de todas las cosas que no recuerdo. Una imagen que ha sido ampliamente apropiada por múltiples obras poéticas y audiovisuales muy marginales de coetáneos míos que sacan a este personaje (arquetipo postmoderno) como un perdedor. Me pregunto si no me rodeará, actualmente, un panorama de desmitificación de los maestros, de apología del ego como única guía hacia la felicidad, de ejecución de lo vertical, ¿de estancia distraída e inmóvil en la adolescencia?El destino de estos cuatro módulos será el de acompañarme en mi biblioteca hasta que aparezca la posibilidad de regalarlos. No están en venta.

autorretrato, óleo sobre lienzo 80F

autorretrato, collage con fragmentos de dibujos sueltos

autorretrato, dibujo a la tinta